LA SAL QUE NO SALA
Mateo
5
13 Ustedes son la sal
de la tierra; pero si la sal se desvaneciere, ¿con qué será salada? No sirve
más para nada, sino para ser echada fuera y pisoteada por los hombres.
¿Qué significa ser
la sal de la tierra?; ¿Somos la sal de la tierra?
Si analizamos el
tipo de vida cristiana actual (y hablo también de nuestra
"cristianeidad"), lamentablemente tenemos que decir que el cristiano
ha perdido su salinidad; Y de manera conjunta la Iglesia ha perdido su calidad
salina. Ya solo el hecho de NO saber lo que significa "ser la sal" es
una clara evidencia de que ya no somos una buena sal.
Analizando la
parábola, comprendemos que la sal es un conservante de alimentos y se utilizaba
de esa manera en aquella época.
Entendemos que hablar
de la sal de la tierra, es hablar de nuestra calidad de vida cristiana. Y se
espera que nuestra vida cristiana sea santa en toda nuestra manera de vivir.
1
Pedro 1
15 sino, como aquel
que os llamó es santo, sean también ustedes
santos en toda su manera de vivir; 16 porque escrito
está: Sean santos, porque yo soy santo.
¿Son santos en toda su manera de vivir?; El Señor Jesús nos ha dejado una obra, un propósito, un mandamiento, un
encargo, todo esto y mucho más en esta parábola tan corta, tan simple: "Sean la
sal de la tierra"
El Señor Jesús nos
está diciendo que somos los encargados de salar la tierra, de conservarla hasta
un determinado momento. Alguien ha dicho con precisión de que somos los
protectores de este mundo, somos la protección; Y en un sentido práctico
implica que somos los encargados de hacer tolerable la vida en este mundo ante
los ojos de Dios; Si Dios no destruye todavía la tierra es porque no está totalmente
putrefacta, todavía queda algo que se puede rescatar; Pero depende de nuestra
efectividad salina; Todo depende de nuestra vitalidad cristiana y de cómo
impactamos al mundo con el Evangelio. Y la pregunta: ¿Lo estamos haciendo?
¿Impactamos al mundo con el Evangelio?. Porque de no hacerlo, escuchen el texto
"pero si la sal se desvaneciere,
¿con qué será salada? No sirve más para nada, sino para ser echada fuera y pisoteada
por los hombres."; Si perdemos nuestra efectividad
cristiana, progresivamente seremos pisoteados por los del mundo; Si ellos no
nos ven diferentes no creerán en el Evangelio, porque verán que no hacemos la
diferencia, y considerarán a la Iglesia, la religión, la doctrina, la vida
cristiana como algo inútil, y no serviremos absolutamente para nada.
Y mirando nuestra
realidad como Iglesia, ¿Acaso nos ha pasado esto? ¿Ha sucedido que hemos
perdido nuestra salinidad? Y... ¿A quién culpamos por nuestra ineficacia?; a
nuestros padres?, al sistema? a los medios de comunicación? a los políticos? a las religiones?, a las
escuelas?, al internet?
¿Cómo fue que perdimos la salinidad? ¿Quién es el
responsable?
En cierta ocasión lo
dijo un predicador y me sumo diciendo con mucha vergüenza, y con temor
(evitando incluirlos a todos aunque todos estamos en el mismo Cuerpo) que la
responsable de esta situación es la Iglesia misma; ¿Porqué?; Porque se dejó
dominar, controlar y manipular por las instituciones religiosas (católicas,
protestantes y paraprotestantes).
Hoy, nuestra vida
cristiana es tan superficial, tan tibia, (tan falsa) que ya los del mundo no
nos distingue, ni saben que somos cristianos; De hecho el mundo ve a los
cristianos iguales a ellos, porque los cristianos de hoy copian el estilo de
vida mundano, tienen el mismo tv, ven los mismos programas que ellos, el mismo
celular, la misma manera de expresarse, los mismos insultos, la mismas peleas,
la misma vestimenta, la misma moda, la misma música, el mismo vehículo, van a
las misma escuelas, hacen los mismos deportes, el mismo entretenimiento, van
tras la mismas pretensiones, buscan los mismos oficios y profesiones; En
definitiva el cristiano se comporta como el mundano.
¿Cómo pretende el
cristiano hacer la diferencia? y ¿Como pretende la Iglesia hacer la
diferencia?; Es claro, que en vez de convertir el mundo a Cristo, la Iglesia se
convirtió al mundo, a sus formas, a sus estilos, a su dinero, a su humanismo, a
sus pretensiones consumistas y derrochistas.
La Iglesia de estos
tiempos ha perdido el propósito de Dios; Está perdiendo lo que debía obedecer,
lo que debía ser.
Tenemos
urgentemente que cambiar esto; Tenemos que recuperar nuestra salinidad, porque
de otra forma la corrupción nos corromperá también a nosotros y seremos echados
fuera, seremos vomitados.
Esta crisis, que es
nuestra crisis, hace que nuestras oraciones sean infructuosas, hace que
nuestras obras y nuestros ministerios sean tan ineficaces.
¡DESPIERTA CRISTIANO! ¡QUIEN QUIERA QUE SEAS TU!; Donde
estés ¡DESPIERTA!
Cada cristiano
tiene que trabajar en cambiar su vida, trabajar en detener la corrupción en su
vida cristiana y en lo posible recuperar el objetivo cristiano de predicar con
la vida.
Dios tiene misericordia
y espera por su pueblo, espera por cada cristiano para que sea un verdadero
cristiano.
Tenemos que
sentarnos a oír nuevamente y Espiritualmente el sermón del monte (Mt 5,6,7), tenemos que buscar a Dios con todo
nuestro corazón, con todo nuestro ser; ¿Hace cuanto que no buscas a Dios con
todo tu corazón? ¿Hace cuanto que no te quebrantas leyendo sus enseñanzas, sus
mandamientos, su crucifixión, su muerte, su Triunfo? ¿Qué mas esperas, que más
hace falta para que entregues tu vida al Señor Jesucristo? ¿No estás cansado de
sufrir en este mundo? ¿Por qué sigues la corriente mundana?
Las instituciones
religiosas ten han enseñado que eres justo, porque Jesús te justificó por la fe
en su sangre y en sí mismo; Eres santo porque Él te santificó; Es cierto, pero
ten cuidado; La justificación es un proceso, es una obra, no es instantánea, ni
de un día para el otro; La santificación es un trabajo Espiritual que debe
reflejarse en tu vida, apartándote del mal día tras día; Esa es la obra
Espiritual.
2
Tesalonicenses 2
13 Pero nosotros
debemos dar siempre gracias a Dios respecto a vosotros, hermanos amados por el
Señor, de que Dios os haya escogido desde el principio para salvación, MEDIANTE LA SANTIFICACIÓN por el
Espíritu y la fe en la verdad,
No puedes
satisfacer tu vida Espiritual, buscando las cosas del mundo; No puedes llamarte
cristiano si sigues las mismas pretensiones que los mundanos. No puedes llamar
vida a lo que el mundo hace, eso no es del Señor Jesús.
Debes cambiar,
vacíate del mundo para que vuelvas a tener hambre y sed de justicia; Sabiendo
que lo único que satisface el hambre y la sed de justicia es buscar al Señor
Jesús hasta que lo encuentras, hasta que te cambie por completo en
santificación y rectitud.
Ser la sal, es
vivir con el Señor Jesús para hacer de ti un hombre recto y conservador de la
justicia de Dios; Ser la sal es vivir rectamente; La rectitud es producto de la
santificación, y esa rectitud está basada en la Ley Espiritual dada por el
Señor Jesús, cosa que muy pocos cristianos conocen, porque viven engañados
pensando que irán al cielo por el solo hecho de pensar que han hecho una
"oración de fe" (cosa que nos es bíblica) y porque van a la
congregación los fines de semana para luego seguir la corriente del mundo.
Es tiempo de volver
al Señor con todo nuestro corazón y servirle solo a Él.
La Paz del Señor Jesús contigo